Cyberseguridad


“Comprobamos el poder de la manipulación del GPS a mediados de 2013 cuando un yate de 80 millones de dólares fue secuestrado falsificando señales de GPS. El superyate de lujo y 65 metros de eslora White Rose of Drachs navegaba frente a la costa italiana cuando, de repente, empezó a virar a la derecha. El barco había realizado un crucero mediterráneo entre Mónaco y Rodas, cuando los hackers activaron su sistema de falsificación de la caja azul. Enfocaron su dispositivo del tamaño de un maletín hacia los sistemas de navegación del yate y de manera imperceptible, empezaron a emitir señales de localización falsas. Al principio, la señal recibida desde aquel faro ficticio era deliberadamente débil. Poco a poco, su resonancia fue aumentando, hasta que acabó por igualar primero y superar después las señales reales de GPS que recibía el yate. Llegados al punto, los hackers tenían el control absoluto del barco y podían dirigirlo adonde quisieran. En el puente de control no sonaron las alarmas y el capitán continuó creyendo que seguía al mando. Las señales falsas eran indistinguibles de las auténticas y su misión se completó.


Pese a que quienes viajaban a bordo notaron que el yate había virado bruscamente, en el interior de la sala de mandos todas las pantallas responsables de su navegación mostraban que avanzaba en línea recta. La manipulación de señales en alta mar se había convertido en una realidad. Por suerte para los pasajeros y para la tripulación del White Rose of Drachs, el secuestro del yate no corrió a cargo de piratas somalíes sino de dos estudiantes doctorados de la Universidad de Texas, Jahshan Bhatti y Ken Pesyna. Ellos trabajaban para el profesor Todd Humphreys, quien desde hace años viene planteando su inquietud acerca de la profunda inseguridad del Sistema de Posicionamiento Global y nuestra dependencia de él”

(Tomado de: MIT Technology Review; año 2013)